Olav el Santo

Pronto empezaron a ocurrir cosas maravillosas. Un eclipse solar fue inmediatamente vinculado a la batalla con el significado de que Stiklestad estaba bajo la sombra de Golgata donde hubo penumbra a mediodía. Rumores de milagros empezaron a surgir, por ejemplo uno de los responsables de la muerte del rey tenía la mano herida y al caer una gota de sangre sobre el, se curó.

Poco más de un año después de la muerte del rey, su cuerpo fue exhumado y por aclamación popular el Obispo le declaró un hombre santo.

Olav es el santo patron de Noruega – rex perpetuus Norvegiae (rey por la eternidad) es su antiguo titulo honorifico. El relicario de Olav en la catedral de Nidaros (Trondheim) fue el lugar de peregrinación más importante de los países nórdicos durante la edad media. 

La reputación de san Olav llegó a lugares lejanos. Después de ser nombrado santo (1031), el culto al santo alcanzó Gran Bretaña y las ciudades a lo largo del Mar Báltico y también a los Países Bajos, Normandía e incluso Rusia y el imperio Bizantino. El imagen más antiguo que se conserva de San Olav, fue pintado sobre una columna en la iglesia de la Natividad en Belén en el siglo XII.